8.31.2009

Manairó: ¿qué haremos?¿qué diremos?

Mi hermoso padre me hizo una visita relámpago hace unas cuantas semanas, 48 horas de familia que me vinieron como caidas del cielo. Un buen amigo me recomendó un par de restaurantes de estos chulos y con estrella ya que la ocasión lo ameritaba. Me decidí por Manairó de Jordi Herrera.

El nombre me generó mucha intriga e investigando un poco por internet descubrí que los manairons o minairons son seres fantasticos de la cultura popular de los pueblos del pirineo catalán. En el pasado remoto de las familias que se habían enriquecido se decía que tenían un cañutillo con minairones, ya que se creía que en uno de estos canutos podía haber centenares de estos seres. Al abrirse el canuto, los minairones salían y decían : què farem, què direm?(¿qué haremos, qué diremos?) y si la persona que lo había abierto no les ordenaba hacer algún trabajo inmediatamente, lo mataban; pero si les mandaba hacer algo (fuera lo que fuese) lo hacían rápidamente. Ante este panorama solo podia esperar dos cosas de la comida o que fuera un placer absoluto (era mi deseo) o que me costara la vida... (algo de melodrama al final soy latinoamericana).

Nos decidimos por el menú Manairó (55 €).

Los panes hechos allí: Jamón y semillas estaban estupendos. Había un tercero no factura de la casa que era un pan blanco hecho en horno de leña.



El aperitivo fue una cápsula (creo que el un vocabulario más técnico esto se dice "esferificación", pero no estoy segura) de pan con tomate y también un bocado de paté de sardina a la brasa. Los dos presentados en un "plato" muy original que era una especie de rama que sostenia dos cucharas (algunos pensaran que es parafernalia, yo creo que es intelecto, independientemente de si me gusta o no, creo que es un esfuerzo por hacer la experiencia de esta comida algo diferente).


Luego vino una
croqueta de pollo rustido con aceite de picada, la picada es una pasta hecha tradicionalmente en mortero a base de perejil, frutos secos, ajo y pan. Se utiliza en la cocina catalana para espesar, ligar y potenciar el sabor de las salsas de los guisos.


Luego una reinterpretación: la pizza de gorgonzola con queso manchego. Este es uno de esos platos que me gusta probar cuando voy a restaurantes de cocina de autor porque es el resultado de algo a lo que se le ha invertido tiempo pensando. Otra vez, creo que independientemente de si el resultado nos gusta o no, cuando probamos esto probamos el seso del cocinero y el esfuerzo del equipo de cocina.


A continuación la ensalada de bonito con perlas de Yzaguirre y aceite de albahaca. El Yzaguirrees un vermouth catalán que es el compañero perfecto de un aperitivo. A mi que me encantan las ensaladas me pareció que este plato estaba realmente bueno y mi padre que no come nada proveniente del mundo vegetal no dejo ni rastros del contenido del plato.






Y llegó el Manairó de cordero con aceite de tomillo y jugo del rustido.


Luego vino el rape salvaje con estofado de sepia.


A continuación el filete de buey al clavo ardiente.


Y al final los postres: La caipiriña, perfecta para limpiar el paladar, granizado de cachaça, sorbete de lima y azucar moscovado.


La torrija con pasas helado de crema de limón y pistacho. Estaba buena y es uno de esos platos que es super típico que me gusta probar siempre porque en cada lugar hay una versión diferente y personal. Para terminar y para explotar los petis fours.



Debo decir que la atención de la sala a cargo de Oriol es estupenda. Me gustó encontrar en todos los platos que comí un punto común, todos tienen una marca muy particular que hacen que el menu completo tenga una misma estructura, es decir hace parte de un mismo discurso y esto lo hace coherente. En otras palabras, es una comida de sabores fuertes con un fondo muy poderoso y sabores como a madera ¿me hago entender?. Pues los animo a probar porque realmente creo que es muy interesante.

Al final de todo, como siempre demasiada comida y demasiado vino salimos entonces valientes hacia la casa Batlló esperando que la euforia del alcohol se fuera perdiendo entre los turistas. Otro buen día para recordar.



Restaurante Manairó
Diputació, 424
08035 Barcelona
Tel 93 231 00 57


Horario: De Lunes a Sabado
de 13:30 a 15:30
de 20:30 a 23:00

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