Este restaurante abrió sus puertas en el 2004, es propiedad de los hermanos Jorge y Mark Rausch, cocinero el primero y pastelero el segundo. El servicio es impecable y la carta de buen tamaño, también hay unos platos especiales de la semana y un menú degustación. Jorge Rausch está siempre pendiente de la sala y es una persona accesible y tranquila a la cual se le puede preguntar cualquier duda. Lo que encanta del lugar es que se nota que se hace lo que se hace por amor al tormentoso oficio de cocinero. Lo que molesta es la pretendida burguesía criolla (supongo que yo entre ellos, si no ¿qué chingaos hacia allí?) que abarrota el comedor.
La comida que ofrecen es de tipo clásico moderno ¿me hago entender?, o sea es una cocina de bases francesas actualizadas con técnicas e ingredientes contemporáneos. Jorge Rausch me dijo que casi todas las cocciones las realiza al vacío por lo cual se entiende que las piezas como el morrillo sean tan buenas y tiernas.
Yo como es casi obvio por el tamaño de mi estómago y la talla de mis pantalones pedí el menú degustación y muy abusivamente probé los platos de las otras cinco personas que se encontraban en la mesa. El menú fue el siguiente: Capuchino de arvejitas dulces con aceite de trufa de alba (que si no estoy mal es una de las trufas italianas más preciadas) estaba bien para comenzar y como todo primer plato de un menú degustación lo único que produce es ansidad ya que estas esperando probar algo increíble y este primero nunca lo es así que comienzas a sentirte ansioso pensando si lo que viene seguirá siendo de esta forma o cambiará radicalmente para llevarte allá a ese paraíso del placer culinario.
Luego vino un mousse de foie gras de pato con una gelatina de vino Late Harvest y vainilla, esta bien pero después de haber probado el políticamente incorrecto foie gras es irramediable saber que un mousse es apenas un triste reflejo de esta maravilla y entonces después de esto fue cuando comenzó a llegar lo bueno, Risotto de langostinos con gravlax y eneldo acompañado de queso mascarpone, reducción de crustáceos y aceite de hierbas, buenisimo!
Después de este festival visité la pasteleria de los Rausch que se encuentra a tan solo unos metros del restaurante, pero esto ya es material para otro comentario asi como los platos que pidieron mis acompañantes. Les dejo la página web del restaurante http://www.criterion.com.co/.
Claaaro, muy bonito, ella gozando como una loca.....y nosotros...los que quedamos del otro lado del charco....que te extrañamos tanto.....
ResponderEliminardimelo dimelo...que pasa con nosotros !!!!!
Enormes abrazos para "usted"
René
Que ganas de visitar Bogotá, no dudaré en ir cuando estés tú... Por la descripción y fotos de los platos degustados me quedo con el lomo de res con escargot y salsa de vino tinto.
ResponderEliminar¿Cuántos euros son 99.000?
Qué sorpresas nos depara la comida de tu país, gracias por el descubrimiento! Y espero que vaya bien el viaje y la visita.
ResponderEliminarGracias por sus comentarios y por acá los esperaré cuando vuelva a las tierras andinas. Son como 35 euros que no es cara pero para el costo de vida acá tampoco es barato. Un abrazo grande!!
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