4.29.2009

Con denominación de origen


Hace años me preguntaron: ¿Cuál denominación de origen conoces?... después de pensarlo respondí "made in china" y lo peor es que era verdad era todo lo que podia asemejar a una denominación de origen pero al revés, porque casi todo lo que pone esta leyenda esta asociado con producción industrializada en serie, fábricas donde hay millones de chinitos trabajando con sueldos paupérrimos, intentando abaratar el costo del producto siempre en detrimento de este, "made in china" es la denominación de origen del hijo bastardo del capitalismo y el socialismo.

Ahora que entiendo un poco más del tema sé que mi ignorancia no podía ser más grande y mi tontería más ridícula, la denominación de origen protege el producto hecho en una región especifica, hecho con una técnica especifica y de una forma determinada. Es decir que cuando hablamos de denominación de origen hablamos de un producto que es el resultado de factores naturales (lugar) y humanos (tradiciones de elaboración) determinantes.


D.O. Queso Idiazabal

En términos de calidad la denominación de origen garantiza al comprador que lo que esta adquiriendo es lo que es y no un engaño de aquel que quiera beneficiarse de la fama y calidad de un producto determinado. En el aspecto económico la denominación de origen se constituye en una marca de calidad lo que representa un precio mas alto en el mercado y un mejor posicionamiento. En el aspecto social la protección de los modos tradicionales resguarda la cultura de una región o un país, en el caso de Colombia un buen ejemplo es el denominado "Café de Colombia".

En España y en Francia saben perfectamente lo que esto significa, no solo en términos económicos (porque ganancias hay) sino en términos de proteger y valorar la cultura e identidad a partir de la gastronomía. Qué bueno es ver como se siguen resistiendo a los supermercados, a las cadenas, a las multinacionales de los alimentos. Cómo saben ponerse en la boca un producto bueno y es que es bueno porque esta producido con ética, con respeto por la tierra y por aquel "otro" consumidor final. A mi me parece una operación limpia, profunda y poética de reconocimiento en ambos sentidos.


D.O Azafrán de la Mancha

La cocina colombiana ganaría si todos apoyáramos la creación y el consumo de denominaciones de origen controladas, hacer una buena cocina no solo depende de los geniecillos de los fogones depende de que los productos sean inmejorables y en nuestro país tenemos la tierra, el agua, el clima y la variedad de productos que se necesitan. Para el futuro desarrollo de una cocina colombiana importante dentro del mapa gastronómico del mundo debemos comenzar por subir el listón cada día más. Mas paladares, más cocineros, mas restaurantes y más propuestas.

Hoy más que nunca creo que debemos mirar a España, debemos aprender de sus formas de esos cocineros maravillosos que despojados de cualquier ánimo imperialista solo le entregan su tiempo y su vida a un único local, ya que es la única forma de controlar la calidad de lo que lleva su nombre. Como las denominaciones de origen ellos saben que son los representantes y herederos de una tierra y una tradición.


D.O Torta de Santiago


Las fotos estan tomadas de http://www.planetagastronomico.com/

4.24.2009

Casa Gispert, el recuerdo de un tiempo que no viví



Un sueño, un viaje, el recuerdo de un tiempo que no vivi y que por lo tanto no es posible que recuerde, el imaginario de otro tiempo ¡eso! la sensación de ser mi abuela, los olores, los sonidos y los recuerdos borrosos de la primerísima infancia. Todo se yuxtapone y no puedo sino sentirme feliz y melancólica. La intuición se vuelve certeza y una vez más sé que mi gusto por la comida tiene que ver con esa búsqueda constante de encontrar momentos como este, placer puro, indescriptible, evocación de los sentidos, la experiencia vital que persigo y que consigo muy a menudo en la cocina. Fue solo entrar a Casa Gispert, un paso de la calle a un local, un simple paso fue mi detonante, mi magdalena.




Casa Gispert es una tienda fundada hace más de 150 años, su especialidad son los frutos secos aunque tienen muchisimos productos como especias, aceites, té, café, conservas y chocolates entre muchos otros. Se han ganado el nombre de "mestres torrators" (maestros tostadores) a punta de un profundo conocimiento de los frutos que venden y del maravilloso horno de leña que ha visto pasar un siglo y medio completo frente a sí (¿qué diria si pudiera hablar?). El lugar mantiene los muebles antiguos llenos de productos impecablemente presentados y por supuesto todos marcados con su respectiva procedencia. La atención es maravillosa, conocen lo que venden, te explican lo que quieras saber y lo hacen con los modos de aquel que esta orgulloso de su trabajo. Artesanos en medio de la ciudad.




¿Y cuál es la ciencia de vender frutos secos? Pues toda y ninguna, en teoria es un fruto que se le compra a un productor y que se tuesta y ya, sencillo ¡pués no! estos señores tienen quince décadas de conocimiento, de redes, de conexiones, no compran cualquier cosa, no compran a cualquiera, compran lo mejor para terminar ofreciendo un producto excelente. La calidad de los frutos es maravillosa y el tostado a mi gusto lo es todo. El calor suave dilata la estructura del fruto y permite que los aceites que son al final los trasportadores del sabor se realcen y redistribuyan. El tostado debe ser preciso para alcanzar el punto perfecto, ni poco porque es una pena perder el sabor de un producto que ya de por si es bueno ni mucho porque entonces el gusto que debe ser sutil y ligeramente perfumado se vuelve fuerte, amargo e invasivo.





Me imagino que todos los productos que ofrecen estan bien, no lo sé porque no los he probado, pero son personas serias que entienden lo que significa que un producto lleve su nombre. Recomiendo los frutos secos tostados para comer asi, es un placer. Los piñones del pais tienen un maravilloso sabor a pino que yo solo descubrí cuando probé los de esta casa hace ya un par de meses en clase de reposteria. Las macadamias son mis favoritas y los pistachos estan para sumirse en la locura felíz. Un pesto, una salsa de cacahuate o un mole elaborado con estos frutos secos no pueden sino sumar estrellas a cualquiera que se aventure en la cocina.



Y podría seguir pero mejor lo dejo y espero que lo prueben si están cerca o que lo consideren si un día pasan por el Borne, perdón, por el Borde del recuerdo de un tiempo imaginado.




"Casa Gispert"
Sombrerers, 23/ BCN
tel. 93 319 75 35

HORARIO (para que Bob no se queje)
de martes a viernes de
9:30h a 14:00h |16:00h a 19:30
y sábados de
10:00h a 14:00h |17:00h a 20:00

4.14.2009

Te vas a la Barceloneta


Para mi la Barceloneta es un territorio desconocido en lo que se refiere a buenos lugares para comer. Descontando El Baluard, que sigue siendo en mi opinión el mejor horno de pan de Barcelona, y Can Solé (siempre recomendable aunque caro) el territorio era totalmente inexplorado. Siempre tenia esa sensación que nunca me abandona en los lugares demasiados turisticos: el asalto a la buena fe del guiri de turno... mucha oferta, precios desorbitantes y calidades bajisimas, es decir como siento que me pueden robar pues nunca me atrevo a probar mucho en la zona.


 

Pero todo llega y a mi ya me tocó y como dice mi santa madre que al que no quiere caldo se le dan dos tazas pues he tenido sobredosis de Barceloneta en esta semana. Vamos por el comienzo: Kaiku un restaurante con un pedazo de terraza envidiable resguardada por un edificio de corte moderno que le da un aire distinto a esta parte de Barcelona, por el otro lado el Mediterráneo cortado por el cielo azul. La carta es del tamaño justo, me encanta,  las cartas largas son odiosas, tediosas y aburridas además de sospechosas. Un detalle más, al lado del pescado o el marisco en cuestión te pone la fecha de la pesca y el barco al cual le compran, ahora sí que no se diga que no estoy en barrio de pescadores. La carta de vinos esta muy bien supongo que estaría feliz si supiera un poco más del asunto pero en este tema mi ignorancia es profunda aunque comienzo a hacer mis deberes, en todo caso todos los vinos están muy descritos así que lo difícil nos lo ponen fácil a los que no sabemos.



                                      

Entonces a lo que vamos, primeros: carpaccio de bonito, el bonito es un pescado azul primito del famoso atún, es de agua cálida por lo que lo encontramos en el mediterráneo solo en temporada de verano. Estaba bueno pero como el sol era inclemente a mi gusto estaba ya caliente cuando lo comimos y no ligeramente frío como yo creo debe ser un carpaccio, culpa nuestra.




También probamos una recomendación exótica y desconocida hasta ahora para mi, Zamburiñas con una maravillosa salsa de jengibre. Buenísimas, son como las vieiras pero más ricas, segun me han dicho las de Galicia son las mejores pero no recuerdo de donde eran las que comimos. 




De segundo una paella de arroz negro con un toque de picante, arroz también con denominación de origen Delta del Ebro, inmejorable. Una cosa que me ha parecido curiosa de estar acá, es la calidad del arroz ya que no es fácil encontrar uno bueno en el supermercado de la esquina, pero si pone Delta del Ebro, no se piensa dos veces aunque si que se paga. Todo acompañado de una maravillosa botella de Albariño fresco y frío hizo de acompañante perfecto.




Y un par de días más tarde otro descubrimiento Can Maño, si estuviera en mi tierra diría: un comedero con todas las de la ley. Un local pequeñísimo con una entrada que ni se ve, servicio "rudo" al estilo español, gente de todo tipo y una especie de vapor aceitoso en el aire le dan a este lugar esa magia que a mi me captura. La comida buenísima, casi todo frito, las sardinas para recomendar y los chipirones en el punto exacto. Por el aporte calórico uno de los visitables después de una tarde de una que otra que otra que otra cerveza. Y para rematar barato. Las fotos las debo porque la visita me ha pillao sin la cámara en la mano.

Por último agradecerle a mi guía de la Barceloneta estos días maravillosos de descubrimientos, charlas, futbol, futbolin, billar, risas, buena comida y sobre todo buena compañía.


Restaurante "Kaiku"
Pl. del Mar 1
menu 10€/carta 30€

Restaurante "Can Maño"
Carrer de Pizarro 12
10€



4.04.2009

Au porte de la Lune: para tocar el cielo



Sale el sol después de varios días de agua repicando sobre el tejado de mi cerebro. Los cuerpos agradecen el calorcito y advierten la primavera. Me dirijo hacia el Mercado de la Boqueria donde he quedado con mis buenos amigos chilenos para comer; si la calle esta llena, el mercado ni qué decir. Intentamos sentarnos en la barra del Quim pero son pasadas las dos y están a tope, morimos de hambre así que decidimos retroceder sobre nuestros pasos y entrar al pequeño bistrot francés que está en la placita sobre el lateral de la Boqueria. Es un local pequeñito al que se accede por una puerta de corredera en tan mal estado que solo lograr entrar es ya una hazaña, hay unas pocas mesas en la planta baja y unas cuantas más en la de arriba. Nos dan la que queda entre la nevera de los quesos y la ya mencionada puerta de entrada. El ambiente es increíble, hay escaparates rellenos de productos franceses y quesos que exhiben su madurez con orgullo ¡es como estar en Francia! al parecer somos los únicos que hablamos español, buena señal, si todos son nativos algo acá se debe estar haciendo bien.

Llegan los primeros: puerros hervidos con vinagreta de mostaza, de sabor suave se deshacen en la boca, también probamos unos arenques con patatas hervidas y cebolla, para llorar de la emoción, por último una ensalada con paté, ya no podemos más estamos en el paraíso.




En el intermedio entre el primero y el segundo pedimos que nos traigan mostaza para untarla sobre el maravilloso pan proveniente de la Crustó, picante y fuerte es como comer wasabi, me hace llorar.

Los segundos: babbete à la chalote, carne de buey poco hecha con escalonias caramelizadas, pure de patatas, setas salteadas y un pequeño tomate confitado, ¿qué puedo decir? como tocar el cielo con las manos, maravillada de poder estar en esta ciudad, con esta compañia y con esta increíble comida frente a mi. Quiero llorar pero ya no hay motivo aparente, la mostaza ha desaparecido de la mesa.




Como buenos franceses que no somos terminamos con quesos, pan, vino, postre, chocolates y café. No alcanzan los adjetivos para describir estas tres horas de sábado por la tarde que nos dejan "Au port de la lune". Todo impecable, contenta me entrego al placer de esta tarde feliz.

Restaurante "Au port de la lune"
Dueño Guy Monrepos
Pl. de Sant Galdric , 1. BCN
Menú 15€ / 22€