10.08.2009

La Cova Fumada: Barceloneta non stop


Quizás porque
no soy de la nobleza
puedo nombrarte mi reina y princesa
y darte coronas de papel de cigarrillo...

Charlie, grande el Charlie. Lo aplico: coronas y estrellas a La cova fumada. Otra vez Barceloneta, península independiente, como pone la leyenda.


El lugar, pequeño, casero, ruidoso, con encanto. Difícil conseguir mesa, hay que ir preparado para hacer fila un rato y claro, para compartir mesa. Es un negocio que ha pertenecido a la misma familia desde su nacimiento hace más de 70 años. Lo dicho, todos los que ahí trabajan son varias generaciones de la misma estirpe, amables, contentos hacen su trabajo con la buena onda con la que uno en su casa le pone un plato de comida a alguien.




Hay que llegar pronto porque como buen comedor para gente que trabaja en cosas que demandan un gran esfuerzo físico a altas horas de la madrugada (pescadores originalmente, ahora no lo sé) abren desde las 9 de la mañana. Cierran cuando el género se acaba y eso sucede sobre las 14:30. Dicen de este lugar que fue donde se inventaron las ya famosas bombas, dificil saberlo, divertido pensarlo, nada relevante a la hora de probar una de estas bolas de patata rellenas de carne y bañadas por salsa ligeramente picante.



Sencilla ensalada de buen tomate, cebolla y olivas negras, pan tostado con tomate y retales de pulpo.


Lo que más me gustó fue este sublime calamar a la plancha con champiñones y perejil.



Seguramente un lugar perfecto para probar la capipota con garbanzos, es un plato dificil ya que es muy gelatinoso por estar hecho con la cabeza (cap) y la pata (pota) de la ternera. Tiene que estar muy bien hecho porque si no se odiará toda la vida. Acá estaba muy bien.



Un lugar definitivamente para visitar, para olvidarse de lo estirado y tirar las servilletas al suelo previamente cubierto de aserrín para evitar los posibles barrizales. Un lugar de los que se llevan siempre presentes y se vuelve con el mismo sentimiento con el que se vuelve a la casa de toda la vida despues de un viaje mochilero de seis meses ¿cuál es la palabra que describe ese sentimiento?

LA COVA FUMADA
tel. 932 214 061
Carrer Baluard 56
10-15€

HORARIO:
De lunes a viernes 9h a 15:30h
Sábados 9h a 13:30h
jueves y viernes 18h a 20:30h

10.01.2009

Estado: Recuit lover



Vamos por una pequeña carretera que comienza a entrar a un pueblo muy pequeño, de repente la calle tuerce y nos encontramos de frente con una iglesia de piedra; monumental a pesar de su tamaño, todas las casas que la rodean son también de piedra. En la calle no hay un alma pero el pueblo de solo unas cuantas edificaciones es impactante. Escondido en la parte de atras de la iglesia hay un pequeño restaurante con una terraza de cuento de hadas protegida por una vegetación selvática.

Después de calmar el hambre con una comida no tan memorable llega la experiencia de mi primera vez. Frente a mi, sencillo, único, un pequeño plato con recuit de Fonteta y miel. La cuchara se sumerge en el dulce y luego ataca al desprotegido queso: en la boca es suave, se deshace ¡increible! mi primer recuit de Fonteta en Fonteta. Al lado el postre de mi intrepido acompañante una mouse de recuit. Yo iba de purista pero realmente este segundo postre estaba casi que para llorar.



El recuit es un tipo de queso fresco (similar al ricotta diría yo) que puede ser elaborado con leche de vaca o de cabra, siendo esta última la más común ya que al ser una leche con menos proporción de caseína cuajable suele producir un queso menos compacto con menos estructura y más suave en comparación del resultante de otras leches. El recuit es un producto fácil de hacer (prometo publicar la receta como lo hicimos en la Hofmann) pero debemos tener en cuenta que la tierra y lo que comen los animales afecta directamente el sabor de la leche y hace que el sabor del recuit de esta zona sea único, es decir es como el terruño para la uva.



La zona "recuitera" catalana es definitivamente para visitar y ¿porque no? para hincharse a recuits. Los famosos: Los de Nuri en Ullastret, los de l’Empordà en Peralada, los de Lluïsa en Mont-ras y los de Casa Martell en fonteta que fue los que nosotros compramos. Los pueblos medievales hermosos y muy bien conservados, imperdible Peratallada.



Y para ilustrar esta historia:


Recuit con mermelada de violetas (para mi es una confitura demasiado perfumada)






Recuit con confitura de trompetas de la muerte (setas), postre del restaurante Senyor Parellada de Barcelona.



Finalmente, recuit de Fonteta con las mermeladas y confituras que hicimos en la Hofmann: mermelada de mango y maracuyá, confitura de albaricoque con vainilla y confitura de fresa con albahaca.



Es increible lo que la mente recuerda solo un par de dias después, más que el lugar se me quedó grabada la luz, la compañia, la sensación de bienestar profundo, más que el recuit, la alegria de esta mezcla mágica de queso con dulce. Los sentidos me transportan a casa, cierro los ojos y pruebo un trozo de queso campesino y arequipe o mejor, mas sublime, la cuajada con melao de mi tia, caliente de estar sumergida en ese dulce oscuro en el que se convierte la panela con el fuego.


Fin de semana mágico y en cada parada siempre un recuit aunque ya no pudiera más. A solo unos kilómetros de estas montañas estaba el mediterraneo, la costa brava, el azul del mar y los pueblitos de pescadores donde hemos enterrado el domingo que pasó.